Las reformas en casa siempre generan muchas dudas y un poquito de estrés: “¿Qué tengo que hacer con los muebles?”, “¿Dónde guardo todo esto?”, “¿Cómo organizo la casa para no estorbar?“. Si estás a punto de empezar una reforma y te sientes identificado con alguna de estas preguntas, no te preocupes, estás en el lugar correcto. Vamos a resolver todas tus dudas y darte los mejores consejos para que las obras sean lo más ágiles posibles y puedas sentir más seguridad y confort durante el proceso.
Antes de empezar las obras
1. Despejar las áreas de trabajo
Lo primero es despejar las áreas donde los albañiles van a trabajar. Sí, es momento de mover esos muebles que llevan años en el mismo sitio. Retira cuadros, alfombras, y cualquier objeto personal. Puedes pensar en alquilar un trastero temporalmente o pedirle a un amigo que te guarde algunas cosas.
2. Proteger los muebles y suelos
Los muebles que no puedas mover, cúbrelos bien con sábanas, plásticos o mantas protectoras. Utiliza cinta adhesiva para fijar las coberturas y evitar que se deslicen. No querrás que tu sofá favorito termine lleno de polvo o pintura, ¿verdad?
3. Planificar el espacio de trabajo
Habla con la empresa de reformas para organizar un espacio donde almacenar materiales y herramientas. Asegúrate de que sea un lugar seco, seguro y accesible. No queremos que el cemento acabe en el salón.
Establece una zona donde los albañiles puedan preparar materiales y herramientas. Si puedes habilitar una entrada y salida solo para ellos, mucho mejor. Así, minimizas el tránsito por el resto de la casa y reduces el polvo y la suciedad.
4. Desconectar servicios
Si los trabajos incluyen instalaciones eléctricas, gas o de fontanería, asegúrate de desconectar los servicios necesarios para evitar accidentes. Consulta con los profesionales qué debes desconectar y cuándo.
Durante las obras
5. Mantener una comunicación clara
Una buena comunicación es clave. Habla con los albañiles todos los días, entiende sus necesidades y asegúrate de que ellos comprendan tus expectativas. Esto ayudará a evitar malentendidos y retrasos.
6. Planificar alternativas para las habitaciones que reformas
Si la reforma afecta a áreas clave como la cocina o el baño, planifica cómo te manejarás mientras duren los trabajos. Puedes comer fuera, preparar comidas con antelación, usa microondas o cocina en casa de un amigo si es necesario. ¡Los bocadillos de emergencia siempre son una opción!
7. Asegurar el acceso a baños y agua
Proporciona a los albañiles acceso fácil a un baño y asegúrate de que tengan agua disponible. Nadie quiere tener que irse a la gasolinera más cercana, ¿no?
9. Vivir temporalmente en otro lugar
Si la reforma es significativa o crees que será muy estresante compaginarla con tu rutina diaria, considera irte temporalmente a vivir a otro lugar. Esto no solo te proporcionará tranquilidad, sino que también permitirá a los trabajadores hacer su trabajo sin interrupciones.
Después de las obras
10. Revisar el trabajo
Revisa el trabajo realizado junto con los profesionales. Asegúrate de que todo esté como lo habías planeado y que no haya detalles pendientes. Si ves algo que no te convence, coméntalo de inmediato para que lo solucionen.
Esperamos que estos consejos sean de utilidad en tu próxima reforma. Cuando se termine, deseamos que disfrutes con ilusión de tu casa renovada. Invita a tus amigos a ver el resultado y presume de ese rinconcito de hidromasaje en la piscina, o quizás se trate de tu cocina nueva… Y tú. ¿Qué vas a reformar? Si todavía estás buscando quién lleve a cabo tu proyecto cuenta con nosotros ¡nos dedicamos a ello!
Prepararse bien para una reforma es esencial para que todo vaya sobre ruedas. Despejar, proteger, planificar y mantener una buena comunicación son las claves para facilitar el trabajo de los albañiles y asegurarte de que todo salga bien. ¡Suerte con tu reforma y a disfrutar del nuevo espacio!